Además, 245 personas resultaron heridas, 48 de ellas de gravedad.
El
presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, condenó los ataques, a los
que tildó de "actos terroristas" y, visiblemente enfadado, rechazó las
acusaciones que lo responsabilizan del suceso. Erdogan canceló un viaje
previsto a Turkmenistán.
A
última hora del sábado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
habló con Erdogan y "le trasladó su pésame más personal por los muertos y
heridos en estos atroces ataques", según informó la Casa Blanca.
Marcha por la paz
Las
explosiones ocurrieron cerca de una estación de trenes en Ankara, la
capital turca, y la cifra de víctimas ascendió de forma alarmante
durante toda la jornada.
Las imágenes que llegaron de las agencias de noticias en el terreno mostraban numerosos cuerpos tendidos en la escena.
El
ataque ocurrió cuando pasaba por el lugar una marcha pacífica para
exigir el fin de la violencia contra el grupo separatista kurdo PKK.
El
primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, declaró tres días de duelo
nacional e informó que tienen pruebas de que los autores de los ataques
fueron "dos terroristas suicidas".
El líder del partido prokurdo HDP, Selahettin Demirtas, culpó al gobierno del ataque y canceló cualquier acto político.
Las
movilizaciones son frecuentes por estos días en Turquía con miras a las
elecciones que se celebrarán el próximo 1ro de noviembre
Ataque esperado
El HDP era una de las organizaciones que estaba detrás de la marcha bautizada "Paz y democracia".
El
propio partido envió mensajes en su cuenta de Twitter donde comunicaba
que había muertos y heridos. También denunció que la policía atacó a
varias de las personas que estaban en el área.
Un
residente de la zona le dijo a la BBC que escuchó dos explosiones
separadas por algunos segundos y después vio los cuerpos sin vida de
varias personas
"Después otras personas enfurecidas atacaron los autos de la policía", relató.
Una
movilización similar realizada por el HDP en la ciudad de Diyarbakir,
en el sur del país, fue atacada con una explosión el pasado mes de
junio.
El
corresponsal de la BBC en Turquía, Mark Lowen, indicó que muchos habían
anticipado un ataque de este tipo en medio de las tensiones por la
próxima jornada electoral.
El
gobierno ha acusado reiteradamente a las organizaciones relacionadas
con el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK por sus siglas en kurdo)
de perpetrar actividades terroristas en el territorio turco.
El pasado marzo, los líderes del PKK dijeron estar dispuestos a negociar con el gobierno turco.
En julio se rompió el cese el fuego entre el PKK y las fuerzas de seguridad.
Sin
embargo, este sábado, el PKK urgió a sus combatientes a detener su
actividad guerrillera en Turquía a menos que sean atacados primero.
En
un comunicado, un grupo que engloba al PKK dijo que sus fuerzas "no
intentarán torpedear o dañar el ejercicio de una elección justa e
igualitaria".
Análisis de Mark Lowen, BBC, Estambul
Después
de la ruptura del cese el fuego entre el PKK y el gobierno turco el
pasado julio, Turquía ha entrado en una espiral de ataques de uno y otro
lado, y la tensión entre los kurdos y los nacionalistas turcos no ha
hecho más que intensificarse.En medio del frenesí por la repetición de las elecciones en noviembre, era inminente un fuerte ataque.
El partido prokurdo HDP responsabiliza al estado. Esto es una clara referencia al llamado "estado profundo" del que a menudo se habla en este país: una turbia mezcla de fuerzas nacionalistas que o bien conspiran con o respaldan al gobierno en el poder.
El vital aliado de Occidente en Medio Oriente se enfrenta ahora a una tormenta perfecta: una profunda polarización política, la burbuja del éxito económico a punto de explotar, la reanudación de la violencia con el PKK, la amenaza del autodenominado Estado Islámico y dos millones de refugiados sirios, cifra que no hace más que aumentar.
La tragedia de Ankara es un reflejo de los tiempos difíciles a los que se enfrenta Turquía.
Conmoción en Ankara
"Perdí a dos de mis amigos", le dijo Murat Tasdemir a la reportera de la BBC en Ankara, Selin Girit.
"Ahora están muertos. Muchos de mis amigos están heridos. Tuvimos que trasladar a los muertos y los heridos a las ambulancias nosotros mismos".
Girit explica que los allí presentes habían llegado a la zona para lo que se suponía iba a ser una marcha por la paz.
El lugar está acordonado mientras las unidades de investigación criminal recorren la zona.
Los carteles con la palabra "Paz" están dispersos por el suelo.
La población de todo Turquía está en duelo por las víctimas del ataque más letal en terreno turco, explica la periodista de la BBC.
Muchos se preguntan: "¿Y ahora qué?".
Si un ataque de este tipo se puede realizar en pleno centro de la capital, ¿cómo se podrá garantizar la seguridad para las elecciones de aquí a tres semanas?
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